SEXO, IMAGEN Y ALGORITMOS. CAP. 1: HOMOSEXUAL DATA
Esta exposición individual tuvo lugar en Faro Arte Contemporáneo (Santiago de Chile) entre el 14 de diciembre de 2018 y el 25 de enero de 2019, como parte de un proyecto de galería Factoría de Arte Santa Rosa. Correspondió a un avance expositivo de la investigación doctoral que Rivas desarrolla en la Universidad Politécnica de Valencia, y que tiene como foco las transformaciones en los regímenes de la sexualidad a la luz de la digitalización de la imagen contemporánea.
TEXTO DE SALA Lidia García García Murcia, España Medir el cuerpo se ha convertido en uno de los fundamentos de las nuevas políticas de seguridad globales. Los mecanismos de vigilancia biométricos sostienen la versión contemporánea del presidio foucaultiano, a cuya custodia no se puede escapar. En este panóptico digital, tecnologías como el reconocimiento facial operan a la manera de dispositivos de control biopolítico sobre nuestros cuerpos e identidades. En “Sexo, imagen y algoritmos: homosexual data” Felipe Rivas interroga los resortes de la empresa neoliberal de medición, análisis y control del cuerpo humano, así como su papel en la estandarización de las identidades. A partir de sus investigaciones acerca de la cuantificación y taxonomización como condiciones de posibilidad de la comprensión tecnológica de nuestra corporalidad, reflexiona sobre una mirada digital en la que la persona pasa de ser un quién a un qué mesurable. Pero este procesamiento y abstracción de la identidad no es “sólo” la reducción de lo humano a un diagrama informático estandarizado, sino que es además un proceso altamente ideologizado en tanto que la plantilla normativa para la funcionalidad biométrica es blanca, cismasculina y heterosexual. Las formaciones no normativas de edad y raza frecuentemente fallan en la detección exitosa, mientras que las identidades sexuales periféricas son a menudo objeto de estudios que las confinan a una noción biologicista de la sexualidad. Así sucede en la investigación desarrollada en 2017 por los científicos Yilun Wang y Michal Kosinski de la Universidad de Stanford que supuestamente reconoce la orientación sexual de las personas en base a sus rostros. Además de explorar conceptualmente los vínculos de estas nuevas prácticas biométricas con la antropometría decimonónica ejercida también sobre sujetos periféricos -homosexuales, personas racializadas, criminales, locos…- esta muestra comporta -en el plano formal- un doble proceso de materialización. Por un lado, el propio curso de la investigación adquiere fisicidad en las obras mientras que, por otra parte, la visualidad de la propuesta se centra en la objetualización del algoritmo cuyo carácter puramente funcional y habitualmente invisible hace de su representación plástica un paso más allá en la materialización de la imagen digital. En tanto que intentos de capturar y estabilizar en una representación digital la complejidad de la identidad humana, los parámetros matemáticos y estadísticos manejados por el Big Data biométrico nos devuelven una imagen especular de lo humano que Rivas explora hasta sus últimas consecuencias. |