un archivo inexistente
“Un archivo inexistente” es una serie de fotografías ficticias de parejas homosexuales y personas queer o no binarias, de clase trabajadora y situadas a principios del siglo XX en América Latina. Las imágenes fueron creadas entre 2022 y 2024, recurriendo a inteligencia artificial generativa, por lo que no corresponden a personas reales. Se trata de un ejercicio retrofuturista que utiliza algoritmos computacionales —tecnología habitualmente inmersa en narraciones de futuro— para reimaginar nuestro pasado queer/kuir local y reivindicar un archivo que ni siquiera pudo existir. Y es que, como explicó el crítico cubano-norteamericano José Esteban Muñoz, una de las consecuencias de la cultura heteronormativa es que la experiencia queer del pasado casi no pudo dejar registro ni archivo. Esta negación del archivo es todavía más dramática para las personas del sur global y de clases trabajadoras.
La serie completa está compuesta de 108 imágenes, cifra que conmemora el caso de los 108 homosexuales paraguayos hostigados y perseguidos por la dictadura de Stroessner en 1959. La versión íntegra de fotografías se encuentra contenida en el libro monográfico "Un Archivo Inexistente" (Écfrasis ediciones, 2024). El proyecto de investigación y producción artística asociado al uso de herramientas tecno-cognitivas (IA), implica una serie de consideraciones y consecuencias “tecno-poéticas”: por ejemplo, las que derivan del uso del proceso de “difusión inverso", que podría describirse como un engaño al modelo, que le obliga a retornar a una hipotética imagen previa que nunca existió. O la necesidad de contrarrestar los sesgos de clase y raza presentes en las bases de datos con las que se entrenaron los modelos, obstáculo del cual emergió el concepto de “prompt minoritario”. Además, durante el proceso de producción se decidió mantener y no corregir los errores en la representación corporal que son propios de estas técnicas generativas. Esos errores se integran al proyecto como una capa adicional de disidencia corporal y como un límite ético-político que evidencia su origen artificioso, para evitar que estas imágenes pudiesen llegar a encubrir el pasado de violencias que impidió su propia existencia. |